miércoles, 18 de agosto de 2010
LOS DIOSES DEL OLIMPO NO MERECEN MI PRESENCIA.
miércoles, 21 de julio de 2010
Volví, y no en forma de fichas precisamente.
viernes, 2 de abril de 2010
jueves, 25 de febrero de 2010
No se trata de lo que guarde u otorgue, tampoco se trata del hecho que nos amemos pero sin ser el uno para el otro. Se trata de lo que mi cuerpo pide y no recibe, todo esto se limita hasta el punto que pusiste alguna vez y nunca logré pasar, y te digo más!, yo, hoy, ahora, me cansé, pero mañana voy a reanudar ganas y paciencia, hasta el día en que realmente no sepa ya qué hacer, entonces voy a enceguecer mi corazón y hacer de mi vida una rutina con tu nombre y nada más.
miércoles, 24 de febrero de 2010
CRIATURAS.
Se sienta en el costado derecho de su cama sabiendo que es tarde y debe levantarse, intenta hacer tiempo, después de varios minutos inmóvil recuerda que el tiempo no se hace, sino que éste pasa, un suspiro, el cual intenta ser alentador pasa a ser un acto en vano.
Se levanta, sus pies se arrastran hacia el baño, las primeras gotas de agua fría en la mañana provocan espasmos en su piel al tocarla, una vez acostumbradas sus manos abordan hacia ellas un poco de agua, moja su cara. Este primer acto relevante del día la hace sentir mejor. Camina hacia la cocina, comienza el dilema de todas las mañanas: ¿mates, té o café con leche?, saca distintas conclusiones, las cuales apuntan a que la mejor elección sería el té con algunas galletitas de limón. Habiendo superado el primer obstáculo de la mañana se siente satisfecha, pero al mismo tiempo se da cuenta que el tiempo no perdonó ni esperó su indecisión y arrasó llevándose varios minutos secuestrados (los cuales jamás volverán). Sale de su casa, dirigiéndose a paso firme y acelerado al trabajo, llega a la puerta del gran edificio, segundo suspiro del día, o mejor dicho, segundo intento de aliento, segundo acto fallido. Entra, el ruido, la gente, los tacos, las voces gruesas, los suspiros, su presencia casi invisible, ¿a qué podemos aspirar cuando en cierto punto de nuestras vidas nuestra presencia resulta tan irrelevante?, corre hacia su estudio, los sonidos apabullantes ponen en peligro su humor estable (dije estable, no bueno). Una vez adentro entre papeles para leer y cuentas para hacer se olvida de pensar en lo que realmente le importa, por momentos se detiene y extraña esos ratos libres, en cuales su cabeza analiza situaciones que le resultan interesante o no. Pasaron 8 horas, y su estado físico lo demuestra, es hora de volver a casa.
¿Qué puede cenar?, el día fue agotador, el trabajo la terminó de fulminar, no desea arriesgarse a resolver un nuevo problema o el último del día. Su cuerpo yace sobre el sillón, agotada, sus ojos no pueden interpretar ya las imágenes que aparecen en
lunes, 22 de febrero de 2010
viernes, 15 de enero de 2010
martes, 5 de enero de 2010
lunes, 4 de enero de 2010
Porque Carmela cortó tus venas solo para recordar que su sangre continuaba recorriendo su cuerpo (esta vez por afuera), porque Carmela está cansada de sentirse un extraño ser que habita fuera de este mundo, además de sentirse descalza se siente desprotegida, además ella dice no sentir la frialdad del suelo al arrastrar moribundos sus dos pies (aunque a veces se le congelan). No estamos hablando de un estereotipo de mujer psicológicamente depresiva que desprecia al mundo, sino despreciable hacia ella misma. Creo que ahora Carmela está dormida, siempre lo está, con ojos abiertos, con ojos cerrados, con la mirada hacia el frente, con la mirada hacia adentro, siempre. Alguna vez encontró aquello que generalmente tiende a volver felices a las personas, podría ser considerado la cantidad de prozac ideal para Carmela, halló tendido en el suelo un corazón, su corazón gemelo, maltrecho, herido, sin forma, sus ojos se llenaron de lágrimas, se despertaron! para poder admirar con mayor precisión este espectacular fenómeno, sin decir una palabra, lo tomó entre sus manos y lo llevó consigo. Carmela intentó durante años confeccionar su corazón gemelo para hacerlo más agradable a la vista, hay días en los que lo logra, pero hay meses en los que no, ella continúa intentando, porque lo único que tiene a su alcance en estos momentos es tiempo, tiempo para intentar, tiempo para hacer de cuenta que está todo bien, tiempo para apreciar las buenas cosas que tiene la vida, ella es maravillosa, porque ocupa su tiempo en genialidades y aún así Carmela tiene tiempo para llorar.
viernes, 1 de enero de 2010
He aquí la respuesta!
Desde hace un tiempo siento que tengo la necesidad de escribir algo coherente, algo que salga desde lo más profundo, fácil decirlo así, generalizando, imposible concretarlo, porque durante tanto tiempo me demostraron (me demostraron?), y creo que cada me convenso más de que soy un ser lo suficientemente complicado como para entenderme.
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